jueves, 22 de enero de 2009

Como un balón de nivea

Os acordais de los archiconocidos balones de nivea, esos que ahora no se pueden meter en la piscina y que ya no se ven en las playas, pués ayer reviví mi más tierna infancia gracias a ese recuerdo.

Todos los que sean obesos o bien hayan puesto la tv, leido el periodico o escuchado la radio en los ultimos tiempos, estarán al día sobre un nuevo método de ayuda contra la obesidad llamado "Balón intragástrico". Es un método como bien digo de ayuda ya que la solución milagrosa para que el peso en exceso desaparezca todos sabemos cual es.

La verdad es que durante algo más de una hora, todo sonaba maravilloso, casi pude tocarlo con las manos, ese sueño después de mi maternidad, recuperar mis curvas, (aquí vendria un hmmmm a lo Homer Simpson) pero la cruda realidad es que no me convenció. El médico que impartia la charla tiene un curriculum envidiable, es experto en cirugia digestiva y ha tratado con exito a más de 1500 pacientes, un pionero en la implantación del balón intragástrico, pero hoy en casa con la cabeza fria y el buche lleno, he visto las cosas desde otra perspectiva. En mi caso el balón solo seria un placebo, y un placebo que visto en el tiempo es probable que me supusiera una vuelta atrás en breve. Reconocer que una está a punto de entrar en el calificativo de obesa mórbida no es un placer, y menos para una mujer como yo, pero eso no significa que vaya a echarme en brazos de cualquier solución, que a la larga me cueste quebraderos de bolsillo y cabeza.

En fin ya profundizaré sobre el tema, ahora voy a reunirme con Morfeo que hace ratos que está gritando que suba. Buenas noches

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